Visión general de las lesiones por sobrecarga: Tipos de lesiones y factores concomitantes
Si bien la escalada y su entrenamiento específico pueden provocar gran variedad de lesiones que van desde tendinitis hasta rotura de huesos, son las lesiones por sobrecarga y sobreentrenamiento las más frecuentes.
Pero, ¿qué entendemos por sobrecarga?
La sobrecarga es un esfuerzo o choque excesivamente repetido que provoca lesiones como la inflamación de los músculos y los tendones.
¿Y por sobreentrenamiento?
Un entrenamiento severo y constante que no contempla un tiempo de recuperación adecuado y entre cuyos síntomas se encuentra el aumento de la frecuencia de lesiones y la disminución del rendimiento. No conviene escalar más de 4 días por semana.
Estos dos fenómenos son, como ya he mencionado, los principales causantes de las lesiones en escalada. A medida que nos vamos poniendo en forma, la fuerza muscular aumenta de modo rápido y significativo. Sin embargo, los tejidos conectivos necesitan el doble de tiempo para ganar una cantidad proporcional de fuerza; por lo tanto los músculos son capaces de crear más fuerza y acumular más tensión de la que los tendones son capaces de resistir; el resultado es la tendinitis (inflamación del tendón).
¿Cómo saber que esto ocurre?
Hay 2 formas principales de reconocer estas lesiones:
- Empezamos a sentir molestias y éstas se van incrementando cuanto más escalamos. Empieza con un pequeño dolor que se va después del calentamiento, pero que reaparece al despertarnos a la mañana siguiente de entrenar. Este tipo de lesión responde a lo que sería el inicio de una tendinitis por sobrecarga en el entrenamiento.
- De golpe mientras hacemos fuerza sobre una presa notamos un chasquido “pop”. El dolor se puede localizar sobre un tendón o sobre una articulación. Si es sobre un tendón generalmente corresponde a un desgarro o ruptura de polea y es posible que sea por sobrecarga tanto en el entrenamiento como en el hecho de probar un paso de una vía repetidas veces. Si es sobre la articulación, suele ser una capsulitis (inflamación de la cápsula articular).
Rooks (1997) muestra que las lesiones por abuso han aumentado radicalmente en los últimos años, dado que la preponderancia de los terrenos extraplomados en los rocódromos contribuye a aumentar el riesgo de lesiones del tren superior (especialmente en hombros y codos). Además los rocódromos nos permiten entrenar durante todo el año y de forma ininterrumpida, lo que favorece el sobreentreamiento (recordemos que no conviene escalar más 4 días a la semana).
Resulta curioso como estudios como el de Doran (1999) muestran una relación estadísticamente relevante: “La incidencia de lesiones por sobrecarga es directamente proporcional al nivel de escalada y a la importancia personal que se le concede a la escalada” (ver gráfico). Un corolario importante de esta afirmación es que a mayor dificultad, más pequeños y antianatómicos son los agarres, por lo que se genera mayor tensión en los tendones y por lo tanto aumenta el riesgo de lesión por sobrecarga. Otra conclusión es que los escaladores más entusiastas vuelven a la actividad cuanto antes, sin esperar a que la lesión esté recuperada por completo y por lo tanto con mayor propensión a recaer.
El estudio de Doran muestra también que la práctica de actividades ultraespecíficas como el uso de tablas multipresa y el entrenamiento de campus dinámico generan altas tensiónes y pueden provocar lesiones o agravar las ya existentes.
Estas conclusiones subrayan la aproximación de una manera prudente y madura al entrenamiento específico del deporte y saber cuando decir basta. Escucha a tu cuerpo y cuando dudes, opta por el descanso.
Tratamientos
Los remedios caseros no hacen más que retrasar la solución definitiva del problema en numerosas ocasiones.
Los métodos de tratamiento habituales de que disponemos son los siguientes:
- REPOSO. Exige la suspensión de toda actividad física que afecte a la zona lesionada. Puede ser necesario inmovilizar con una escayola dicha zona.
- MEDICACIÓN. Incluye analgésicos y anti-inflamatorios no esteroideos. Estos últimos pueden administrarse por vía general o tópica (crema o gel). También resultan muy eficaces las infiltraciones con corticoides, que, utilizadas juiciosamente, tienen menos riesgos de los que se les achacan.
- FISIOTERAPIA. Pueden ser útiles como tratamiento de apoyo los ultrasonidos, la laserterapia y la magnetoterapia.
- CIRUGÍA. Siempre es el último recurso para los casos rebeldes que no ceden con los anteriores tratamientos. La cirugía es delicada, especialmente para los tendones flexores, pero cabe esperar buenos resultados en manos expertas.
Un desglose de estas lesiones por sobrecarga confirma que los tres lugares más comunes de las lesiones son los dedos, los codos y los hombros.
- Lesiones de dedos
- Lesiones de codo
- Lesiones de hombro y de rodilla
Enlaces de interés
- Tendinitis y lesiones del escalador (archivo .pdf)
- Lesiones articulares (archivo .pdf)
- Anatomía funcional
Lecturas recomendadas
- Thomas Hochholzer y Volver Schoefl. Un movimiento de más. Cómo entender las lesiones y síndromes de sobrecarga en la escalada. Ediciones Desnivel
- Eric J. Hörst. Entrenamiento para escalada. Ediciones Desnivel
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